Un polo siempre es un recuerdo imborrable de los veranos de la niñez. En mi casa, los «helados de hielo o chupetes» (así llamamos en Lima a los «polos» de hielo de aquí) los hacíamos de pura fruta: mango, maracuyá, fresa, piña, lúcuma, … lo que había en el mercado. Si no teníamos fruta, siempre estaba la opción rápida de leche con Nesquik o yogurt, simplemente con dejarlo congelar en los moldes. Es un clásico, si los has hecho de niño seguro tienes el molde abandonado en algún cajón de la cocina, así que rescátalo y diviértete preparándolos con los peques y no tan peques de la casa. Los más refrescantes son con agua y los más nutritivos con leche.
Para la receta de hoy, he encontrado fresa (aunque no es temporada) y la he elegido porque es una fruta antioxidante con bajas en calorías (unas 35 calorías por 100 gr) y concentración de vitamina C. Si estás a régimen incluye leche desnatada, te aportará proteína y endulzado con Stevia o miel, te dará mucha energía. La receta es tan fácil como hacer un batido de fresa. ¡Vamos allá!
Receta de polo de fresa con leche
Para cuatro polos (depende del molde)
Ingredientes:
- 100 gr de fresas
- 250 ml de leche desnatada
- Azúcar o miel
1 PREPARAR
En una licuadora o minipimer, mezclar la fresa y la leche. Endulzar. Para que obtengas un licuado bien balanceado siempre la leche debe sobrepasar la fresa, al menos un dedo.
2 SERVIR
Verter en las polera y llevar al congelador.
¡Enjoy! 🙂